A algunos chinos mandarines les encantaría de verdad contener la tasa de crecimiento pero muchas de las herramientas disponibles en otras naciones simplemente no son posibles – aumentar los impuestos, reducir el gasto o elevar las tasas de interés, se discute, no son opciones dentro de un sistema basado en el Corporativismo Leninista. Ya veremos. Incluso existe el fundamento de que la desigualdad producirá una revuelta rural o que la destrucción ambiental limitará el crecimiento. Una vez más, el tiempo lo dirá.
En defensa de China, la política de ahorro extra y bajo consumo no es única. Japón y Corea del Sur fueron construidas usando un modelo similar. Además, mientras que China crece un 10,4% año tras año con 44% de ahorros como porcentaje del PBI, India no está tan atrás (8% de crecimiento y un 25% de índice de ahorro). El sector bancario chino está siendo reformado – lentamente – y el capitalismo no necesariamente necesita instituciones democráticas para tener éxito. Hoy en día, los países por los cuales todos parecen estar preocupados son China e India. Mañana podrían ser Kenya y Ghana. La fuerza de China no es prueba concluyente de la debilidad de occidente tampoco, y hasta cierto punto ambos son económicamente independientes. Si uno falla, es probable que el otro también caiga. Además, el apetito de energía y de materia prima insaciable de China y su afición por los dictadores que pueden suministrar estos recursos no es nueva. Occidente se involucró en estas actividades durante más de un siglo.
Ref.: Prospect (Reino Unido) enero de 2007, 'Falso amanecer - ¿el futuro realmente pertenece a China?' W. Hutton y M. Desai. www.prospectmagazine.co.uk
Tendencias mundiales
Según el Worldwatch Institute la rápida urbanización y los riesgos naturales se encuentran entre las tendencias clave a observarse en el 2007 y más adelante. Durante los últimos 50 años, la población urbana del mundo creció un 400% - desde los 732 millones en 1950 a los 3,2 mil millones más en 2006. África ahora tiene más gente habitando en las ciudades que EE.UU. y Canadá juntos (y ahora hay menos páramos que en EE.UU.) y lejos, el mayor aumento en la población global entre ahora y el 2030 será en las ciudades. En el frente de riesgo, el número de individuos directamente afectados por desastres naturales aumentó de 177 millones a finales de los 80 a casi 270 millones hoy, y es probable que aumente aún más. Ocho de las diez ciudades más grandes del mundo se ubican en o cerca de fallas de terremotos y 60% también son altamente vulnerables a grandes tormentas.
Ref.: The Worldwatch Institute (EE.UU.) 10 de enero de 2007, 'Estado del mundo 2007: tendencias notables’ www.worldwatch.org
Preocupación por las cosas equivocadas
La ansiedad sobre el futuro es una tendencia significativa. Pero, ¿nos estamos preocupando por las cosas equivocadas? Por ejemplo, en EE.UU. la gente se preocupa por una epidemia futura de gripe aviar, mientras que al mismo tiempo en gran medida ignoran la gripe común que mata 36.000 estadounidenses cada año. En otras palabras, nos preocupamos sobre posibilidades futuras mientras que simultáneamente ignoramos las probabilidades presentes. Nuestro comportamiento contradictorio está en todas partes. Compramos jabones anti-bacteriales y nos preocupamos por los viajes en avión mientras que comemos comidas rápidas recubiertas de sal y manejamos sin cinturón de seguridad. 20% de los conductores estadounidenses y 30% de los pasajeros del asiento trasero no usan cinturón de seguridad. Un mejor ejemplo de este comportamiento es el hecho de que inmediatamente después del 11/9 la gente decidió que es más seguro manejar que volar. Desafortunadamente fue tanta gente la que pensó lo mismo que los accidentes en las calles en los dos meses siguientes a septiembre de 2001 excedieron el número de muertes de las torres gemelas en un tercio. ¿Por qué lo hacemos? La mejor explicación que se me ocurre es que mientras que vivimos en el siglo veintiuno, nuestros cerebros están en otro lado. Hay dos formas en las que el cerebro humano evolucionó para enfrentar un riesgo. La primera es automática e intuitiva. La segunda es medida y reflexionada. Desafortunadamente la primera generalmente es dominante, aunque pensar demasiado o muy poco sobre los riesgos futuros también es un problema. Otro problema es lo que se llama descuido de las probabilidades. Ésta es la idea de que mientras más le tememos a algo más ansiosos nos ponemos, y menos nos sentamos a calcular las probabilidades de lo que está sucediendo en realidad.
Además, mientras más percibimos el dolor o el sufrimiento que algo causa, más tendemos a temerle, mientras que una vez que algo sucede nos acostumbramos a ello. Es decir, lo extraño y lo inexplicable es más aterrador que lo conocido y lo familiar. Un buen ejemplo de esto nuevamente es la gripe aviar, que tuvo a mayor parte de la prensa británica corriendo como pollos sin cabeza antes de que aparezca en Gran Bretaña, pero que una vez que en verdad llegó casi no cosechó reacciones. Nos alarmamos un rato y después nos olvidamos. También tenemos miedo de las cosas que le pasan a muchas personas a la vez (Ej. el terrorismo) más que a las cosas que afectan a la gente con el tiempo y en una forma más distribuida. Compare por ejemplo el miedo al SIDA con el miedo a tener un paro cardíaco cuando éste último mata cincuenta veces más gente. De la misma manera, malinterpretamos el riesgo cuando sentimos que tenemos control sobre la situación. Otra vez un ejemplo es el viaje aéreo, donde las personas no tienen control, versus el viaje en auto, donde si lo tienen. Mueren 500 veces más personas en las calles estadounidenses (44.000) que en el aire (unos cientos) pero la gente no lo ve así. Finalmente, existe lo que se llamó la inclinación por el optimismo. Es cuando la gente piensa que las consecuencias de comportamientos arriesgados no se aplican a ellos (Ej. “Pero yo soy un buen conductor”). Esto se puede agravar cuando el comportamiento de riesgo (Ej. beber) provee gratificación inmediata seguido de multas retrasadas. Entonces, ¿cuáles son las repercusiones? Algo en que hay que pensar cuando se hacen pronósticos es en no subestimar la naturaleza humana, que está gobernada por sentimientos y que vista desde lejos puede ser muy ilógica. Los expertos usan la lógica mientras que el público en general usa los sentimientos. El Segundo punto es que la mayor parte de los riesgos son obvios y están ocultos en el sitio mismo.
Ref.: Varios incluyendo Time (EE.UU.) 4 de diciembre de 2006, ‘Por qué nos preocupamos por las cosas incorrectas – la psicología del riesgo’, J. Kluger. www.time.com
La moda del colectivismo online
La idea de la sabiduría de las masas existe desde hace un tiempo, pero está adquiriendo velocidad gracias a web 2.0. La mayor parte de la gente cree que es algo bueno. Observemos Wikipedia, por ejemplo. El tema no es Wikipedia en sí misma, sino la forma en que se empezó a considerar y a usar el sitio. Este es un argumento tomado de un ensayo de Jaron Lanier. Él dice que la idea de que la mente colectiva es sabia es una falacia – o por lo menos que es exagerado. Esto no sería necesariamente un problema excepto por el hecho de que se está corriendo una carrera desesperada online para convertirse en el mejor sitio o el agregador de nivel más alto en Internet. Según los fanáticos de la inteligencia de las masas no importa, porque a la larga, el sistema es inteligente y se auto-corregirá. Esta visión es análoga con la creencia de los hiper-libertarianos que el mercado libre es sabio y que en última instancia nos beneficia a todos. Pero hay problemas serios. El primero es que la información tiene valor cuando tiene una fuente y se ubica en un contexto. La información anónima – como aquella contenida en Wikipedia – es de autoridad falsa y anti-contextual. No sabemos quién escribió qué y es imposible discutir con el escritor o escritores responsables. La tendencia, como lo señala Lanier, es “eliminar el rastro de la persona”.
Ahí es dónde la tendencia se conecta con la inteligencia artificial. Para citar nuevamente a Lanier “La belleza de Internet es que conecta a la gente. El valor está en la otra gente. Si empezamos a creer que Internet en sí es una entidad que tiene algo para decir, estamos devaluando a aquellas personas y nos estamos volviendo idiotas”. Cosas que se suben a la cabeza. En otras palabras, existe el peligro real de que el agregador se vuelva más importante e influyente que el agregado. Algunas personas dirían que esto ya está sucediendo. Esto no quiere decir que la inteligencia colectiva no exista o que no pueda ser útil, pero una vez más estamos perdiendo el sentido de la proporción. La inteligencia colectiva, llevada al extremo, significaría que los individuos no necesitarían realizar juicios individuales o asumir responsabilidades. A cambio, todos podríamos escondernos detrás del ritual de la agrupación. Esto sin duda podría atraer a muchos individuos y organizaciones, especialmente a aquellas que son fóbicas al riesgo y a la responsabilidad, pero sería un error muy grande. El colectivismo online es así una idea muy antigua vestida para lucir bien por la tecnología. En el mundo wiki, las ideas son agradables, no porque sean buenas sino porque son las menos objetables. Pero esto es muy afín a un mundo en el que las multitudes siguen tendencias pero donde nadie inventa nada. La innovación y el cambio dependen en gran medida de un individuo que tenga la idea en primer lugar. En otras palabras, el mundo necesita individuos inteligentes para hacer preguntas que el comportamiento colectivo luego responde.
Ref.: The Guardian (Reino Unido) 4 de noviembre de 2007, 'Un estallido más grande’, J. Manchester, www.guardian.co.uk Ver también The Edge (EE.UU.) 30 de mayo de 2006. ‘Maoísmo Digital:
Las amenazas del nuevo colectivismo online’, J. Lanier. www.edge.org
Pensamiento inconciente
Si uno tiene un problema, hay que pensar en él ¿no? No necesariamente. La mente humana conciente tiene una capacidad de procesamiento muy limitada. La solución tradicional a este problema es limitar la información entrante a los datos más relevantes. También la opinión ortodoxa es que mientras más se piensa en algo, mejor se responde. Sin embargo, un experimento reciente descubrió que es casi lo contrario. Mientras más piensa la gente en algo, más inclinados están a juntar información irrelevante y sus predicciones, como resultado, serán menos precisas. La repercusión obviamente es que debemos pensar menos sobre las cosas, ya sea porque debemos confiar más en los sentimientos instantáneos o en la intuición (ver el libro de Malcolm Gladwell 'Blink') o porque debemos diferirlo a nuestro inconsciente. En otras palabras, consúltelo con la almohada. El poder de la intuición por cierto no es nada nuevo. La cuestión aquí es si el pensamiento inconsciente extensivo puede hacer que nuestra intuición sea más confiable. Todavía es pronto para saberlo, pero la investigación inicial parece decir que sí. ¿Entonces cuál es la salida? Simplemente, deberíamos usar nuestra mente conciente para juntar datos pero luego no pensar en ellos. Deberíamos permitir a nuestro inconsciente que digiera la información y luego siga nuestro instinto.
Ref.: Harvard Business Review (EE.UU.) Febrero de 2007, 'Cuándo consultarlo con la almohada’
A. Dijksterhuis. www.hbr.org
El futuro del plástico
En estos días está de moda ser un agorero. Esto sucede parcialmente porque nos sentimos atomizados y aislados a pesar de nuestra novedosa conectividad. Como resultado, la ansiedad domina nuestro pensamiento cotidiano, ya sea si se expresa en desconfianza a la ciencia o, como señaló Guy Rundle, un apetito por peores panoramas. Un ejemplo es un artículo reciente de Bruce Sterling de la revista Newsweek. Me gusta mucho el trabajo de Bruce, pero no puedo evitar preguntarme cuáles fueron las instrucciones para este artículo en particular. Sospecho que fue algo así como “asústalos a todos”. El artículo en sí se trata en realidad sobre panoramas para el futuro de los plásticos. Suena bastante aburrido. No lo es. El plástico es un material disruptivo, donde los haya. Reemplazó la madera, el metal, la goma, el algodón, la lana, el cuero, el papel, el vidrio e incluso el cemento, como material de elección de gran parte del mundo moderno. El plástico es una industria global de U$S 310 mil millones con un ingrediente general – el petróleo.
Entonces, ¿Qué pasaría se escaseara el petróleo o si fuera demasiado caro para usarlo como ingrediente? La respuesta, a largo plazo, probablemente es que no mucho, porque el plástico puede hacerse de una cantidad entera de otros materiales orgánicos, incluyendo el azúcar y el alcohol. Sin embargo, en el corto plazo experimentaríamos unos golpes interesantes. Si el precio del petróleo aumentara un poco pero los fabricantes no pudieran trasladar los costos elevados a sus clientes, algunos productos económicos de plástico comenzarían a desaparecer. Las bolsas de basura podrían volverse incluso más delgadas y desarrollaríamos recuerdos nostálgicos de los árboles navideños de plástico. Aumente el precio del petróleo un poco más y artículos como ropa y calzado rápidamente subirían el precio. Los alimentos vendrían envueltos en papel, o directamente sin envoltorio. Subiendo en la escala de calamidad, los plásticos podrían ser racionados, y los hospitales y los militares recibirían los suministros vitales primero. Aparecerían los negocios de compra de plástico viejo y se explotarían los vertederos en busca de metanol y bolsas viejas de plástico. Por supuesto, en este nivel de crisis, el plástico probablemente sería lo último que nos preocuparía. Digamos que si el petróleo alcanzara los U$S 150-200 el barril o más, las empresas mundiales (Ej. los minoristas) que descansan en las cadenas de oferta mundiales tendrían que pasar a alternativas locales. El trabajo a distancia estaría omnipresente ya que el costo de los viajes habría subido a las nubes, y todos estaríamos sembrando nuestra propia comida en cualquier pedazo de tierra libre. La globalización, de hecho, llegaría a detenerse en forma abruta hasta que los combustibles y las tecnologías alternativas estuvieran disponibles. Pero como digo, este es el peor de los panoramas.
Ref.: Newsweek (Edición Especial) Temas 2007 '¿Qué pasaría si todo se derrite?', B. Sterling. www.newsweek.com
El futuro no es Naranja - es negro
Aquí viene otra predicción feliz. Según un informe de revisión de políticas de la Oficina del Gabinete (Reino Unido) llamado 'Gran Bretaña en el mundo' el futuro se ve gris. Las perspectivas futuras incluyen amenazas de terroristas extranjeros y ‘criados en casa', países que usan la tecnología nuclear como forma de combate al cambio climático (y por ende pasando potencialmente la tecnología a manos indeseadas). Rusia e Irán ya controlan 40% de los suministros de gas del mundo y el documento predice que para el 2020, 50% de la producción mundial de petróleo vendrá de regiones potencialmente inestables. Si eso no es suficiente para preocuparse, África podría ser devastada por los efectos sociales del VIH/Sida (pensé que ya lo estaba) y existe el alto riesgo de una pandemia de gripe. En otras palabras, el futuro es un lugar peligroso. Obviamente, muchos de estos temas están profundamente conectados y por lo tanto, cualquier estrategia y solución debe estar relacionada muy de cerca. El gobierno lo llama una formulación de políticas conjuntas. Yo lo llamaría obvio. Estoy totalmente a favor de la previsión, ¿pero no es este otro ejemplo de cómo nos preocupamos por cosas que todavía no han sucedido y de cómo ignoramos las cosas buenas que pasan? O tal vez lo que se lee entre líneas aquí, es que el futuro es un lugar peligroso – entonces quédense con nosostros que los mantendremos seguros. Pero, soy solo un cínico optimista.
Ref.: The Guardian (Reino Unido) 4 de febrero de 2007, 'La visión gris de Gran Bretaña de la próxima década'. N. Temko. www.guardian.co.uk
Ver también The Guardian (Reino Unido) 20 de diciembre de 2007, 'Sequía, pandemia y montañas de desperdicios – un futuro que la ciencia nos puede ayudar a evitar’, I. Simple. www.guardian.co.uk
El sin fin de la religión
La prestigiosa revista Edge (edge.ort) recientemente consultó a 150 pensadores eminentes sobre qué eran optimistas – lo cual supongo que significa… en el futuro. El filósofo Daniel Dennet prevé un mundo donde el fanatismo religioso declina porque la difusión de la información socavará el modo de pensar necesario para apoyar dichas creencias. El biólogo Richard Dawkins vio otro problema de religión – los físicos producirán una teoría unificada de todo, lo cual destruirá las supersticiones infantiles como la religión (sus palabras, no mías). Finalmente, el psicólogo de Harvard Steven Pinker pensó que la violencia podría estar en total descenso. No estoy de acuerdo. Desde mi punto de vista, la religión se fortalecerá más a medida que la ciencia y la tecnología tomen el control. Mientras más cambios haya la gente cada vez más buscará certezas y mientras más incierta se vuelva la vida, la gente cada vez más buscará seguridad, comodidad y guía. Respecto al descenso de las guerras y la violencia, hay un fundamento fuerte que dice que sucederá lo opuesto. La globalización, mezclada con un sentimiento generalizado de impotencia y ansiedad, llevará al tribalismo, al nacionalismo, al proteccionismo y a la xenofobia. También las desigualdades crecientes de riqueza y oportunidad muy probablemente crearán abismos de resentimiento y amargura en las sociedades.
Ref.: The Guardian (Reino Unido) 1 de enero de 2007, 'Sin religión y un fin a la guerra: cómo ven los pensadores el futuro’, A. Jha. www.guardian.co.uk
Tendencias y predicciones para India y China
Artículos recientes sobre tendencias que influyen a Asia en los próximos años incluyen las siguientes predicciones:
1. Las empresas indias comenzarán a tener escalas mundiales. Por ejemplo, el mercado de las telecomunicaciones en India era de 5 millones de conexiones hace 15 años. Ahora tiene más de 180 millones.
2. La difusión de la conectividad. Imagine consecuencias sociales donde las conexiones de teléfono suben de 5 a 180 millones, donde el número de televisores sube de 10 a 120 millones o donde la velocidad de tráfico promedio de cargas se multiplica casi de la noche a la mañana.
3. El crecimiento de la clase media. Hace cinco años, 61 millones de indios ganaban más de Rs 200.000 al año. El año pasado esta cifra supero los 100 millones.
4. Problemas de crecimiento. Como China, India está creciendo rápido, pero esto causa todo tipo de problemas ambientales, desde el descenso de los niveles de agua subterránea a la contaminación del aire, los cuales tienen el potencial de generar malestar social.
5. Abertura al mundo exterior. El número de visas norteamericanas otorgadas a los indios en 2006 se duplicó a 800.000 – un número que le sigue al de México. Casi 55% del PBI de India es el comercio extranjero y 25% de la Bolsa india pertenece a inversores extranjeros.
6. La preponderancia de la juventud. La mitad de la población de India tiene menos de 25 años. Las consecuencias incluyen una sociedad más móvil y potencialmente más volátil también.
A esta lista de Business Week se agregan otras cinco tendencias de las cuales yo creo que vale la pena comentar dos. La primera es el descontento social en China. Un informe de la Academia China de Ciencias Sociales dijo en diciembre que 20% de la gente más pobre de China recibía un 4,7% del ingreso total, versus los 20% principales que recibían el 50%. No es sorprendente que el 37% de los funcionarios del gobierno mencionan mantener tapado el descontento social como el problema principal en China. La segunda tendencia es la inflación en India. La inflación de los precios del consumidor y al por mayor aumentó un 5% el año pasado, pero los salarios en servicios y fabricación aumentaron un 14% con un pronóstico del 12-15% para el 2007.
Ref.: Varios incluyendo Rediff News (India) 6 de enero de 2007, 'Seis mega-tendencias que definen el futuro de India', T. Ninan. http://www.rediff.com También Business Week (EE.UU.) 'Cinco mega-tendencias para Asia en el 2007', B. Bremner. www.businessweek.com
Ver también www.business-standard.com
Etiquetas en las tendencias: BRICs
Por qué hay que perderse para encontrarse a uno mismo
Aparentemente, cerca del 20% de niños en Gran Bretaña no pueden encontrar su propio país en el mapa del mundo. Según Rita Gardner, presidente de la Sociedad Geográfica Real (Reino Unido), la navegación satelital está arruinando nuestra capacidad de leer mapas. También destruye nuestro sentido de uno mismo. Predigo que los mapas y otras formas de visualización de datos volverán en el futuro, porque nuestro presente está plagado de información y necesitamos encontrar formas de representar gráficamente la información compleja. Mientras tanto, continuaremos comprando sistemas de navegación satelital incluidos en los autos, y perderemos nuestro sentido del descubrimiento al igual que de la dirección.
Ref.: The Times (Reino Unido) 27 de diciembre de 2006, 'Use la navegación satelital y se perderá la oportunidad de encontrarse a sí mismo', A. Frean. www.timesonline.co.uk
Razones para estar alegres
Si varias predicciones sobre nuestra desaparición futura lo deprimen, de un paseo tranquilo hacia la librería de segunda mano más cercana y observe algunos títulos. En contraste con las librerías que venden libros nuevos sobre calamidad y el fin del mundo, las librerías de libros usados están llenas de títulos de un tiempo más gentil y aparentemente más certero. Pero observe más de cerca, y verá que las estanterías de libros predicen el fin de todo, desde la familia hasta las hordas alienígenas futuras. Solo que estos libros están juntando tierra y pocas de sus predicciones alarmistas, con suerte, se han cumplido. Veamos la familia. En los años 70, 80 y 90 se predecía que la familia estaba en descenso terminal. Ahora parece más fuerte que nunca, si bien es cierto que un poco diferente en algunos aspectos. En Gran Bretaña actualmente existe la histeria generalizada de la bebida en exceso – especialmente entre las mujeres – pero esto no es nada nuevo. Mire los estantes de nuevo y podría encontrar varias referencias al impacto del gin barato en las mujeres en la Gran Bretaña del Siglo XIX. Nos preocupamos por un tiempo, encontramos una solución y seguimos adelante. La frase ‘Plus ça change, plus c’est la meme chose’ (mientras más cambian las cosas, menos cambiamos) es un cliché, pero lo es en gran medida porque es muy cierto. Tampoco deberíamos olvidar que mucho de lo que se escribe sobre el presente, particularmente los impactos de la tecnología, lo escribe gente relativamente joven que no posee la experiencia y la perspectiva que los años otorgan. Muchas de las cosas que suceden simplemente son parte de un ciclo, un círculo de acción y reacción. Las lecciones son que no sabemos qué puede suceder, pero que es razonablemente certero que sea lo que fuera, en un nivel profundo humano, se parecerá mucho a lo que ya ha sucedido.
Ref.: Varios incluyendo The Times (Reino Unido) 28 de diciembre de 2006, 'La rueda gira – pero nada cambia’, M. Kenny. www.timesonline.co.uk